
Desarrollo secuencial de la vulvodinia
1.- Una inflamación de cadera irrita por vecindad al nervio Abdominocutáneo por delante y a la rama Pudenda Interna, por debajo.
Esta cuestión se verifica en la historia clínica de pacientes que sólo tienen dolor de caderas sin referir vulvodinia, al preguntarles hasta dónde les llegan las molestias, aunque sean mínimas u ocasionales. Una gran parte de pacientes hablan de molestias en ingles, llegando a los labios mayores e incluso al ano. De la misma manera los varones relatan que su dolor de cadera a veces les llega al escroto, equivalente a los labios mayores en la mujer, e incluso que la defecación es dolorosa y lo asocian con el dolor de cadera. (2).
2.- La irritación de estas ramas nerviosas puede trasmitirse a lo largo de ellas hasta las ramas más periféricas, llamadas nervios Pudendos.
Originando una neuropatía distal, cuya consecuencia sería la estimulación sensitiva de la zona con sumación de receptores periféricos. El resultado sería un dolor “Fase 3” con retroalimentación permanente, una sensibilidad dolorosa exacerbada en toda la zona genital, más sensible a un roce suave que a una presión fuerte y que va desde sensación extraña, ardor, quemazón, dolor e incluso calambre.
3.- El conducto pudendo, al igual que todos los conductos por los que viajan las distintas ramas pudendas, son susceptibles de ser comprimidos,
Si aumenta la contractura de los músculos de la zona. Esta compresión puede producir una irritación y sensibilización de todas estas ramas nerviosas que viajen por ellos.
Esta circunstancia explica por sí misma que la contractura muscular de la zona perineal, que mantienen las personas que padecen alguna angustia o incluso solo, conciencia permanente de la existencia de su sexo (factores psicosomáticos), puede originar irritación de estos nervios y, de forma sostenida, dar lugar a una neuropatía secundaria del nervio Pudendo.
Recordemos que estos factores psicosomáticos pueden ir de mayor a menor: desde una violación, abusos, un aborto traumático, embarazo y/o parto no deseado o muy doloroso, hasta unos primeros contactos sexuales traumáticos o simplemente, un gran complejo de culpa o un discurso educativo peyorativo respecto al sexo. En este caso, un sustrato de alteraciones psicológicas respecto a cuestiones de índole sexual, pueden dar la cara somáticamente al generar, de forma inconsciente, posturas defensivas de la región genital, generalmente en actitud de protección de éste, apretando ambas caras internas de los muslos.
De esta manera se produce una actitud en rotación interna de ambos MMII desde las caderas, con “pseudo-subluxación” de las mismas que puede acabar dañándolas, como de hecho la exploración de un “clac” y dolor inflamatorio a la palpación en ambas articulaciones de caderas, son un hallazgo prácticamente constante en las pacientes que padecen vulvodinia.
Autor: Dra. Susana Martínez Calvo
Tutor: Dra Mª Isabel Heraso Aragón
2017
Información y petición de cita en la Unidad del Dolor de la Dra. Heraso.
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