Andar es positivo siempre, correr no siempre.
El ser humano biológicamente esta hecho para andar, y correr en situaciones excepcionales, peligro o urgencia etc…
El hecho de correr esta forzando al organismo, el hecho de andar esta armonizando el organismo.
El que anda no se siente en la cresta de la ola, ni se siente de ninguna elite especial, no lo necesita, el individuo que prefiere andar deprisa o caminar en vez de correr, tiene una inteligencia más abstracta, es más practico no necesita sentirse superior, no necesita demostrar nada al mundo ni así mismo.
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Cuando es beneficioso correr:
Correr puede ser bueno y sano dependiendo de:
- La edad.
- El estado físico y psíquico
- Y la intensidad.
Hay que saber correr fisiológicamente: para que correr sea un ejercicio aeróbico.
Es decir al correr intentas realizar un ejercicio aeróbico, esto es:
estas empleando oxigeno para realizar el metabolismo de las grasas, para asegurarte que lo estas haciendo bien, mientras estés corriendo, como punto de referencia: debes ser capaz de poder mantener una conversación, aunque sea con dificultad, si estas solo canta una canción sin ahogarte.
El hecho de poder hablar presupone que se ha hecho una inspiración suficiente para poder en la espiración articular las palabras, este ejercicio garantiza una perfecta oxigenación.
Si esto no es así el esfuerzo que estas realizando no te permite una oxigenación correcta, y tu ejercicio de correr se transforma en un perjuicio para tu salud, aumentando los radicales libres, por la falta de oxigeno con lo que estas envejeciendo la piel y las visceras de tu cuerpo.
Cuando no es beneficioso correr:
Los corredores con demasiado afán de superación, a veces por encima de sus posibilidades, sin saberlo, no están escuchando a su cuerpo, su subconsciente, quieren demostrarse así mismos su gran capacidad, incluso esta situación en que vive el deporte le impide disfrutar de la belleza de la naturaleza por la que está corriendo, que pasa a un segundo plano.
Como hemos comentado anteriormente, si mientras corres no eres capaz de poder hablar, no te permite una oxigenación correcta, y tu ejercicio de correr se transforma en un perjuicio para tu salud.
De no ser ser la oxigenación la adecuada aumenta la producción de radicales libres, que oxidan el organismo, a esto se le llama estrés oxidativo. La tensión oxidativa va asociada al agotamiento de las defensas que tiene el organismo. La asociación de ambos procesos, aumenta considerablemente un envejecimiento prematuro, no solo en el aspecto físico sino en los órganos internos (corazón, pulmones etc…).
Por no hablar del traumatismo permanente de la planta de los pies que va rompiendo hematíes de las arterias y venas que pasan por allí, pudiendo generar anemia hemolítica (rompes el hematíe y se sale la hemoglobina).
Respecto de las rodillas y las caderas, que son las que nos van a permitir andar hasta una edad lo más avanzada posible, sufren un estrés adicional que las incapacita a mantener al cuerpo humano en bipedestación, postura típica del ser humano de andar sobre sus piernas.
El que corre de esta forma, se siente en la cresta de la ola, siente que pertenece a una elite. Vive una situación ficticia de superioridad, que puede llegar a ser obsesiva, y crear adicción.
Si deja de correr se genera un síndrome de abstinencia que se traduce en cambios de humor.
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Información y petición de cita en la Unidad del Dolor de la Dra. Heraso.
Hospital San Francisco de Asís, Madrid.
Tlf: 915617100 extensión 486, lunes, martes y jueves de 9:00h a 14:00h